Relaciones del doctor Hartmut Hopp con médicos que hicieron autopsia a ex Mandatario
El ministro Alejandro Madrid descubrió dos operaciones de inteligencia, llamadas “Olimpo” e “Yngecto”, que habrían sido el inicio de la producción de toxinas que terminaron con la vida de Frei.
La Nación
Jorge Molina Sanhueza
Uno de los primeros vínculos entre la Colonia Dignidad y la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva apareció en el proceso que sustancia el ministro Alejandro Madrid.
Este indicio surgió a raíz de un interrogatorio que realizó el magistrado con un cuestionario de preguntas preparado por la abogada Fabiola Letelier y su colega Sergio Corvalán al ex líder de la ex Villa Baviera, el doctor Hartmut Hopp.
De acuerdo con los antecedentes recabados por La Nación, Hopp conoció en 1971 precisamente a los doctores que efectuaron la autopsia al ex Mandatario cuando falleció en enero de 1982 en la Clínica Santa María, los patólogos Roberto Barahona y Helmar Rosenberg. Esto porque el entonces líder de la Colonia Dignidad, Herman Schmidt, le ayudó con las autoridades de la Universidad Católica a estudiar la carrera de Medicina, ingresando al tercer año, por intercambio, ya que venía desde Estados Unidos.
El testimonio, contenido en la foja 7.049 del tomo 19 del expediente, aparece en momentos en que Madrid ha logrado unir muchas piezas respecto a la muerte de Frei Montalva, donde Hopp también es mencionado.
El miembro de la cúpula de Villa Baviera siempre estuvo relacionado al hospital que el recinto tenía en la Séptima Región; además fue parte de la aplicación de medicamentos para mantener el control sicológico de los colonos durante muchos años, como también en la fabricación de toxinas para lo cual usaba al ex Bacteriológico, conocido hoy como Instituto de Salud Pública (ISP), donde obtenía ratas de laboratorio para sus experimentos.
Ayuda desinteresada
En el otro proceso que lleva el ministro Madrid, relacionado con el secuestro y el homicidio del químico de la DINA, Eugenio Berríos -ligado al de Frei- se logró establecer cómo Hopp concurrió al Bacteriológico a buscar conejillos de Indias, cuando era dirigido por el coronel Joaquín Larraín Gana. Este último mantenía estrechos contactos institucionales con el ahora general (R) de Sanidad, Eduardo Arriagada Rehren y el coronel (R) Sergio Rosende, precisamente los hombres fuertes del laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército.
Pero la sorpresa vino cuando un funcionario del Bacteriológico, Sergio Romero, aseguró que el doctor Hartmut Hopp concurrió, en la década de los ’80, en varias oportunidades a buscar conejos de laboratorio. Cuando éste se negó, el director del recinto, coronel Joaquín Larraín Gana, le ordenó entregárselos sin dejar registro. Igual caso ocurrió con Sergio Rosende.
Estas relaciones han ido construyendo paulatinamente las convicciones del ministro Madrid y de hecho ha consultado, aunque indirectamente al ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército, general (R) Hernán Ramírez Rurange, al respecto.
Este último era el edecán de Augusto Pinochet cuando Frei murió en 1982 en la Clínica Santa María.
Madrid le interrogó -a fojas 7.006- acerca de dos grandes operaciones realizadas en 1975, una de ellas llamada “Olimpo” y otra “Yngecto”, respecto de las cuales existen sospechas que pudieron haber sido el inicio de la producción de toxinas que siete años más tarde terminaron con la vida de Frei.
Ramírez Rurange dijo que la primera “se trató de algo meramente militar y de seguridad nacional, mientras que la segunda, me parece, que puede ser de contraespionaje”.
Con estos antecedentes, el magistrado ha logrado acrecentar su convicción acerca de que la muerte de Frei no fue una mera casualidad, como tampoco la autopsia que se le hizo sin autorización de la familia, que se guardó por más de 20 años y se adulteró poco antes de ser descubierta en el Hospital de la Universidad Católica.
Nexos celulares
Al respecto es ilustrativa la solicitud de procesamiento que presentó el abogado Álvaro Varela, patrocinante de la familia Frei en el proceso y cuya resolución está pendiente.
En el documento judicial que consta en el proceso entre las fojas 3.186 a 3.204, Varela pidió el encausamiento de seis personas por el delito de obstrucción a la justicia.
Así Roberto Barahona, profesor titular del Departamento de Anatomía Patológica de la UC, es quien dio la orden al doctor Helmar Rosenberg para realizar la necropsia a Frei, junto a Sergio Gómez Bombardieri.
Rosenberg declaró a fojas 202 un hecho poco convincente para la familia Frei, como también para el magistrado respecto a las intenciones de su jefe para hacer la autopsia a Frei.
“La intención del doctor Barahona (actualmente fallecido) era estudiar los órganos de Frei, pues le inquietaban las consecuencias de una tuberculosis que sufrió de joven”, dijo. También aseguró que Barahona conocía al ex Mandatario, porque estudiaron en el Colegio Alemán, lo que claramente no era cierto.
Así, las relaciones entre nombres de la UC, la Colonia Dignidad, el doctor Hartmut Hopp y el Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército cobran más sentido cada día para el ministro Madrid porque, misteriosamente, todo parece calzar. LN
La Nación
Jorge Molina Sanhueza
Uno de los primeros vínculos entre la Colonia Dignidad y la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva apareció en el proceso que sustancia el ministro Alejandro Madrid.
Este indicio surgió a raíz de un interrogatorio que realizó el magistrado con un cuestionario de preguntas preparado por la abogada Fabiola Letelier y su colega Sergio Corvalán al ex líder de la ex Villa Baviera, el doctor Hartmut Hopp.
De acuerdo con los antecedentes recabados por La Nación, Hopp conoció en 1971 precisamente a los doctores que efectuaron la autopsia al ex Mandatario cuando falleció en enero de 1982 en la Clínica Santa María, los patólogos Roberto Barahona y Helmar Rosenberg. Esto porque el entonces líder de la Colonia Dignidad, Herman Schmidt, le ayudó con las autoridades de la Universidad Católica a estudiar la carrera de Medicina, ingresando al tercer año, por intercambio, ya que venía desde Estados Unidos.
El testimonio, contenido en la foja 7.049 del tomo 19 del expediente, aparece en momentos en que Madrid ha logrado unir muchas piezas respecto a la muerte de Frei Montalva, donde Hopp también es mencionado.
El miembro de la cúpula de Villa Baviera siempre estuvo relacionado al hospital que el recinto tenía en la Séptima Región; además fue parte de la aplicación de medicamentos para mantener el control sicológico de los colonos durante muchos años, como también en la fabricación de toxinas para lo cual usaba al ex Bacteriológico, conocido hoy como Instituto de Salud Pública (ISP), donde obtenía ratas de laboratorio para sus experimentos.
Ayuda desinteresada
En el otro proceso que lleva el ministro Madrid, relacionado con el secuestro y el homicidio del químico de la DINA, Eugenio Berríos -ligado al de Frei- se logró establecer cómo Hopp concurrió al Bacteriológico a buscar conejillos de Indias, cuando era dirigido por el coronel Joaquín Larraín Gana. Este último mantenía estrechos contactos institucionales con el ahora general (R) de Sanidad, Eduardo Arriagada Rehren y el coronel (R) Sergio Rosende, precisamente los hombres fuertes del laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército.
Pero la sorpresa vino cuando un funcionario del Bacteriológico, Sergio Romero, aseguró que el doctor Hartmut Hopp concurrió, en la década de los ’80, en varias oportunidades a buscar conejos de laboratorio. Cuando éste se negó, el director del recinto, coronel Joaquín Larraín Gana, le ordenó entregárselos sin dejar registro. Igual caso ocurrió con Sergio Rosende.
Estas relaciones han ido construyendo paulatinamente las convicciones del ministro Madrid y de hecho ha consultado, aunque indirectamente al ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército, general (R) Hernán Ramírez Rurange, al respecto.
Este último era el edecán de Augusto Pinochet cuando Frei murió en 1982 en la Clínica Santa María.
Madrid le interrogó -a fojas 7.006- acerca de dos grandes operaciones realizadas en 1975, una de ellas llamada “Olimpo” y otra “Yngecto”, respecto de las cuales existen sospechas que pudieron haber sido el inicio de la producción de toxinas que siete años más tarde terminaron con la vida de Frei.
Ramírez Rurange dijo que la primera “se trató de algo meramente militar y de seguridad nacional, mientras que la segunda, me parece, que puede ser de contraespionaje”.
Con estos antecedentes, el magistrado ha logrado acrecentar su convicción acerca de que la muerte de Frei no fue una mera casualidad, como tampoco la autopsia que se le hizo sin autorización de la familia, que se guardó por más de 20 años y se adulteró poco antes de ser descubierta en el Hospital de la Universidad Católica.
Nexos celulares
Al respecto es ilustrativa la solicitud de procesamiento que presentó el abogado Álvaro Varela, patrocinante de la familia Frei en el proceso y cuya resolución está pendiente.
En el documento judicial que consta en el proceso entre las fojas 3.186 a 3.204, Varela pidió el encausamiento de seis personas por el delito de obstrucción a la justicia.
Así Roberto Barahona, profesor titular del Departamento de Anatomía Patológica de la UC, es quien dio la orden al doctor Helmar Rosenberg para realizar la necropsia a Frei, junto a Sergio Gómez Bombardieri.
Rosenberg declaró a fojas 202 un hecho poco convincente para la familia Frei, como también para el magistrado respecto a las intenciones de su jefe para hacer la autopsia a Frei.
“La intención del doctor Barahona (actualmente fallecido) era estudiar los órganos de Frei, pues le inquietaban las consecuencias de una tuberculosis que sufrió de joven”, dijo. También aseguró que Barahona conocía al ex Mandatario, porque estudiaron en el Colegio Alemán, lo que claramente no era cierto.
Así, las relaciones entre nombres de la UC, la Colonia Dignidad, el doctor Hartmut Hopp y el Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército cobran más sentido cada día para el ministro Madrid porque, misteriosamente, todo parece calzar. LN
12 comentarios:
Señor, el doctor Roberto Barahona fue mi abuelo; no sólo es la persona más integra e inteligente que he conocido, si no que además fue condecorado con la orden de San Silvestre; fue el fundador de la facultad de medicina de la UACH y Eduardo Frei Montalva lo nombró primer presidente del ahora irrelevante CONICYT.
Me ofende que usted use el hecho que el Dr. Hopp fuera aceptado - como otros cientos de estudiantes extranjeros- en el 3er año de medicina de la UC para que usted vincule a mi abuelo con la infame Colonia Dignidad.
Es obvio que usted tuvo acceso al expediente de Frei y que seleccionó hechos para crear una tesis que tenia planeada publicar de ante mano.
Y por último, quien ordenó hacer la autopsia a Frei fue un médico DC.
Si mi abuela, que tiene más de 90 años supiese las mentiras que usted ha publicado se moriría.
Considero su opinión muy légitima, más no válida de acuerdo al expediente que sustancia el ministro Alejandro Madrid Crohare por la muerte del ex Presidente de Eduardo Frei Montalva.
Lo cierto es que en dicha causa aparecen los antecedentes que he publicado. No dudo en ningún momento de la integridad de su abuelo. No soy juez para ello, pero al respecto vale agregar las mismas contradicciones de los otros médicos y de la secretaria del mismo departamento, también de apellido Barahona, más otras órdenes de investigar hechas por la policía civil, donde se indica lo que he publicado.
Siento profundamente que mi publicación le moleste, pero es mi deber informar respecto de los antecedentes del proceso.
Si usted tuviera acceso a dichos documentos quizás las dudas comenzarían a reordenarle las opiniones.
Respetuosamente,
Jorge Molina Sanhueza
Editor de Crónica (S)
Diario La Nación
jorge.molina@lanacion.cl
Me parace insólito que un periodista tenga acceso a un expediente judicial, que además falta a la verdad.
Siempre he oido que los periodistas serios van diercto a la fuente... no es lo que vi en su "reportaje".
Sus conecciones sólo son suposiociones, no hay ningún dato duro. Y hay miles de inconsistencias. Mi abuelo ya estaba enfermo cuando el ex Presidente -y amigo personal del Dr. Barahona como me consta después de haberlo visto en la casa de mis abuelos- murió de cáncer al páncreas meses después. En la fecha de la muerte se encontraba en la playa -sin teléfono- descansando. Difícilmente pudo haber ordenado o hecho una autopsia en esas condiciones.
Lamento que la justicia sea tan corrupta y poco transparente y que entreguen información sobre un caso en estudio a periodistas que con la excusa de informar enlodan la reputación de alguien tan correcto como el Dr. Barahona. PAra mala suerte suya, la reputación de éste es más sólida que sus malas intenciones.
Me parece insólito que un periodista tenga acceso a un expediente judicial. Si no hay un fallo o un dictamen de por medio, sólo son rumores, especulaciones y conexiones hechas casi al azar.
No veo dónde está la ética periodística en hacer un reportaje sin datos duros, sin ir a la fuente y revisar la información con otros testigos. Ustedes los periodistas no aprendieron nada del caso Spiniak y cuando una noticia es demasiado vendedora para ser verdad, no vale la pena echarla a perder corroborando su veracidad. Lamentablemente para usted la reputación de mi abuelo es mucho más sólida que sus malas intenciones y no logrará enlodarla.
Si hubiera averiguado más, sabría que en la fecha en la murió el Ex Presidente -y amigo personal de mi abuelo, aunque usted crea que no dado su reportaje- el Dr. Barahona descansaba en la playa sin teléfono por lo que difícilmente pudo realizar u ordenar que se hiciera dicha autopsia. También le puedo decir que él estaba enfermo, con un cáncer al páncreas que lo mató pocos meses después
No me haré cargo de los dichos de la señorita Carolina Salinas por ser injuriosos contra el magistrado que sustancia este proceso.
Sin embargo, aunque le parezca increíble, los antecedentes judiciales a los que tuve acceso dicen lo que mi nota periodística señala.
Creo que si usted considera que se ha mancillado la honra de una persona a quien usted ama mucho, tiene las instancias legales para hacerlo valer.
Sr. Molina:
Me gustaría saber por qué no aparece el comentario de la señorita Carolina Salinas.
Señor o señorita MNB. Como tengo la postestad de elegir qué publico y qué no publico en mi blog, consideré que la señorita desconocía las consecuencias de sus dichos, toda vez que no me haría parte en ellos ni siquiera publicándolos.
Básicamente éste apunta en parte a mí, pero también contiene un dicho contra el magistrado y la judicatura que no me pareció correcto ventilar.
Desde ya agradezco, señor o señorita MNB su preocupación.
Como verá el comentario anterior, aunque es crítico fue publicado en su integridad, ya que creo en la libertad de expresión.
Respetuosamente,
Jorge Molina Sanhueza
Señor Molina:
Le recomiendo lea atentamente el código de ética del Colegio de Periodistas de Chile.
Cierto es que usted tiene el derecho y obligación de buscar la verdad y comunicarla, respondiendo a la responsabilidad que le ha otorgado la sociedad como periodista, pero no puede desmentir el hecho de que existe una selección de antecedentes de su parte, tendientes a unir nombres e instituciones, actitud claramente orientada a la "venta".
No tengo clara la veracidad de los antecedentes unidos en su publicación, pero al menos desde el punto de vista de la familia del Dr. Barahona, considerando además el prestigio personal y profesional que tiene, su artículo es absolutamente tendencioso, cosa que por definición lo aleja de la calidad informativa.
Roberto Jiménez Barahona.
Señor Molina:
De acuerdo en que Ud. tiene derecho a publicar lo que le convenga en su blog, pero encuentro que si no pone el mensaje de la Señorita Carolina Salinas, no le debería haber contestado. Eso lo encuentro poco democrático.
Don Roberto:
Creo atingente su comentario basado en el Código que manda mis acciones como periodista. Sin embargo, me es necesario señalarle que el expedientem no miente. Lamentablemente el doctor Barahona no está en vida para defenderse, pero los profesionales que trabajaron con él en la UC han caído no en contradicciones, sino en abiertas mentiras sobre el particular.
Revelador sería que usted leyera la solicitud de auto de procesamiento solicitada por la propia familia Frei, donde se menciona no sólo al doctor Barahona, sino también a otros eminentes doctores.
Le recomiendo leer artículos anteriores publicados por el medio donde laboro, como también en www.elmostrador.cl donde se da cuenta, por ejemplo, de cómo la autopsia de Frei estuvo escondida en la UC por más de 20 años.
Respetuosamente...
Jorge Molina Sanhueza
Bueno, siendo las 21.40 del 19 de abril de 2006 me retiro del diario con destino a mi casa. El 20 de abril, podremos seguir con el debate...
Un gusto... y buenas noches...
Sr. Molina:
Me pregunto si el Juez Madrid habrá interrogado al ex rector UC Jorge Swett Madge, que ejerció ese cargo desde 1973 hasta 1985
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