09 abril 2010

Qué hacer con...

¿De dónde viene tu vuelo lleno de manos y pelos que se juntan en un monstruo que nunca logras ver y que está en medio de tus ojos, gruñendo, plácido de metáforas, violento de estructuras, infernal de miradas y demoníaco de emociones?

¿Cómo piensas pasar al más allá sin cédula, sin el rótulo que circunscribe cada uno de tus azares?

No sé dónde está el botón, la puerta secreta ni el pasadizo. En tu vuelo sobre las estrellas y ese mañana posible está la más pura salvación y la mirada de los hombres sobre Dios. No es ése clavado en la cruz, sino el que llevamos dentro que encarna y engendra todos nuestros temores.

Sigue adelante, como las siete plagas. Acecha a la tierra que has construido y esos arbustos venenosos que pueblan tus dedos crispados por el miedo.

Eres, al fin y al cabo, tu más tremenda y nostálgica mansión.

1 comentario:

madre dijo...

tomaste la pastilla azul de la mañana, la verde de las tres y la amarilla de las nueve...Dios no existe, solo los lacanianos y freudianos que hacen que la vida sea cada vez más pazadizos oscuros. NO delires y no pierdas tu centro, los temores son una creación tuya, sólo debes concentrarte en tú centro ...en silencio y con algo de música...equilibra tus desequilibrios y no le pidas a Dios que lo haga porque ya lo dije ...no existe y perderas un tiempo infinito en buscar en donde jamás encontrarás nada...anda al rio, al mar, a la montaña, mira dentro de ti, quédate sin respuestas, no te preguntes nada, silencia tus palabras y tus dedos, tú alma ,tú ser dejarán de estar angustiados por tus propios y amados fantasmas...aún haces bolsos de pendones?
es lo ue mejor haces...